Seguimiento del embarazo de alto riesgo
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Los embarazos de alto riesgo necesitan cuidados especiales para garantizar los mejores resultados. Es importante que acudas tan temprano como sea posible a un profesional sanitario, ya que tus antecedentes médicos podrán ayudar a decidir el nivel de atención y las derivaciones a especialistas necesarias.

 

El número de mujeres que pueden tener hijos y cuyos embarazos se consideran de alto riesgo sigue aumentando. Gracias a los avances médicos, como nuevas formas de diagnosticar y tratar tanto a la madre como o al bebé, muchos problemas de salud que antes se consideraban muy complicados de manejar en el embarazo son llevaderos hoy en día. Sin embargo, muchas mujeres con embarazos de alto riesgo se sienten vulnerables y ansiosas. Emocionalmente, suelen tener más estrés y sentir más incertidumbre durante el embarazo, por lo que la ayuda de los profesionales sanitarios y las redes de apoyo son muy importantes.

 

Algunas complicaciones que pueden hacer que un embarazo sea de alto riesgo son la preeclampsia⍰, infecciones vaginales, infecciones de citomegalovirus (CMV)⍰ y la toxoplasmosis, problemas con el crecimiento del bebé en el útero, así como enfermedades a largo plazo como la diabetes⍰, los problemas de tiroides, las enfermedades del riñón⍰, la obesidad, la hipertensión arterial⍰ y el asma. 

 

Las infecciones vaginales son comunes, sobre todo durante el embarazo, ya que los cambios hormonales pueden alterar el equilibrio del pH de la vagina. Un nivel de pH inferior a 4,5 puede significar que hay bacterias dañinas, lo que aumenta el riesgo de parto prematuro. Una buena higiene es importante para prevenir las infecciones vaginales.

El CMV, o citomegalovirus, es un virus común que se contagia a través de fluidos corporales como la leche materna, la sangre, la saliva, las lágrimas, la orina, el semen y el flujo vaginales. Una vez has sido infectado, el virus permanece en tu cuerpo de por vida. Está activo cuando lo contraes por primera vez, pero luego se inactiva y queda latente. El primer foco de infección son los niños pequeños, sobre todo los que van a la guardería o a infantil. 

 

En personas sanas, el CMV no suele causar síntomas, pero si una mujer contrae el CMV durante la primera mitad del embarazo, puede tener efectos graves en el bebé. El virus puede contagiar al bebé a través de la placenta⍰, lo que puede provocar una pérdida de audición, problemas de habla o dificultades de aprendizaje y desarrollo. Las madres lactantes con CMV pueden contagiar el virus a los bebés prematuros, pero la pasteurización o la congelación pueden reducir este riesgo. Para prevenir estas complicaciones se puede hace una analítica de detección del CMV antes del embarazo, una buena higiene de manos y tener mucho cuidado con los niños pequeños y durante el cambio de pañales.

La toxoplasmosis, causada por el parásito Toxoplasma gondii, no suele darse en la Unión Europea. La infección puede producirse por comer carne cruda, verduras sin lavar o por contacto con heces de gato. Si una mujer contrae toxoplasmosis antes o durante el embarazo, la infección puede contagiar al bebé, causando problemas graves como hidrocefalia⍰, daño cerebral y problemas de visión. Para prevenir la toxoplasmosis, evita manipular los excrementos de gato o ponte guantes al hacerlo, usa guantes cuando trabajes en el jardín, lava bien la fruta y la verdura, y evita comer carne cruda.

Las mujeres con problemas de salud a largo plazo a menudo no saben cómo estos pueden afectar a su embarazo o a su bebé. El consejo y la atención adecuados antes del embarazo son muy importantes, sobre todo para las mujeres con enfermedades crónicas. La diabetes⍰ requiere el control de los niveles de azúcar en sangre⍰ y atención especializada, y la diabetes gestacional⍰, que se produce durante el embarazo, se detecta con analíticas de rutina. Las enfermedades de la tiroides necesitan un tratamiento temprano para evitar problemas de desarrollo en el bebé. Con la atención médica adecuada, las mujeres con problemas de salud crónicos pueden tener embarazos sanos y sin complicaciones.