Visitas de familiares y amigos
Aunque es importante proteger a tu bebé, mantenerte en contacto con amigos y familiares también es importante para tu bienestar. Los lazos con tus seres queridos pueden dar un apoyo muy necesario y ayudar a reducir el estrés. Plantéate quedar con tus amigos y familiares fuera de casa mientras tu pareja u otro cuidador se encarga del bebé. De este modo, puedes pasar tiempo con personas importantes en tu vida mientras sabes que tu bebé está en manos seguras. Centrarte en ti también te ayuda a cuidar de tu bebé.
Mantener el contacto con tus seres queridos favorece tu salud mental: encuentra el equilibrio. ©Neopedia

Cuando lleguéis a casa, es probable que vuestros amigos y familiares quieran visitaros. No pasa nada por limitar las visitas hasta que <s>a</s> tu familia se haya instalado y acostumbrado a vuestra nueva rutina. De hecho, los médicos suelen recomendar un número de visitas limitado cuando acaba<s>e</s>s de traer al bebé a casa, hasta que se le hayan administrado las primeras vacunas⍰.

 

Cuando os sintáis listos para invitar a amigos o familiares a que os visiten a ti y a tu pequeño, puedes tomar precauciones para mantener a salvo a tu bebé y darte tranquilidad. Puedes pedir a tus visitas que se duchen antes de visitarte y que vengan directamente de casa (el mundo exterior está lleno de gérmenes⍰ y contaminación⍰), o que traigan un juego de ropa recién lavada para cambiarse en cuanto lleguen a tu casa. También puedes pedirles que dejen sus teléfonos móviles en la entrada (ya que los teléfonos transportan muchos gérmenes), que se laven las manos, que se recojan el pelo o que lleven una mascarilla. Aun así, se recomienda que las visitas en los primeros meses de vida de tu bebé sean breves.

 

Puede que te incomode que las visitas cojan a tu bebé en brazos o le toquen. Si es así, hazles saber tu preocupación antes de que lleguen. La mayoría de la gente lo entenderá, respetará tus deseos y querrá ser de ayuda. Los bebés prematuros pueden ser más sensibles a las luces brillantes y a los ruidos fuertes. Acortar las visitas también puede evitar que tu bebé se sobreestimule y ayudarle a adaptarse más cómodamente a su nuevo entorno.

 

Por último, recuerda que no pasa nada por decirle a tus familiares y amigos que quieres retrasar las visitas si necesitáis más tiempo para adaptaros como familia. Tus seres queridos comprenderán tu necesidad de intimidad y de tiempo para establecer un vínculo con tu bebé. 

 

¡Prohibido fumar!

 

Asegúrate de que nadie fume en la misma casa que tu bebé. Ser expuesto al humo del tabaco puede afectar al desarrollo de los pulmones, sobre todo en los bebés prematuros, y aumentar el riesgo de infecciones en las vías respiratorias. En caso de que tú o alguien en tu casa fume, debe lavarse las manos después de fumar y ponerse siempre ropa recién lavada. Estar expuesto al humo de tabaco también aumenta el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL)⍰ y, evidentemente, debe evitarse.

 

Reducir el riesgo de infección

 

Los bebés prematuros o enfermos tienen un mayor riesgo de contraer infecciones. Evita el contacto con cualquier persona que esté resfriada, tenga gripe⍰ o malestar de estómago para proteger a tu bebé. Lee más sobre cómo reconocer cuando tu bebé no se encuentra bien.

 

La información de esta página ha sido revisada por la Profesora Julia Jäkel, catedrática de Psicología Clínica y del Desarrollo, y el Dr James Webbe, Neonatólogo e Investigador Clínico.  Última actualización en mayo de 2025.
The information on this page was reviewed by Professor Julia Jäkel, Professor of Clinical and Developmental Psychology and  Dr James Webbe, Neonatologist and Clinical Research Fellow.  Last updated in May 2025.