El cerebro, como el resto del cuerpo, necesita oxígeno para funcionar bien. La sangre lleva oxígeno al cerebro a través de pequeños vasos sanguíneos. Si ocurre algún problema en estos vasos sanguíneos, se pueden causar daños en el cerebro, o bien por sangrado, o bien por una falta de flujo sanguíneo.
En los bebés prematuros, el cerebro y sus vasos sanguíneos aún se están desarrollando, por lo que son frágiles. El cerebro tiene espacios llenos de líquido llamados ventrículos, y a veces puede haber un escape de sangre a estos espacios al dañarse los delicados vasos sanguíneos. A esto se le llama hemorragia intraventricular (HIV). Una HIV grave puede dañar la parte del cerebro que la rodea.
El riesgo de hemorragia intraventricular grave es importante en los bebés que nacen antes de las 25 semanas de gestación⍰. Suele ocurrir en los primeros días de vida, pero puede ocurrir antes, durante o poco después del parto si el bebé se encuentra mal.
Los bebés prematuros corren un riesgo mayor de hemorragia intraventricular, sobre todo si tienen una tensión arterial⍰ inestable, dificultades para respirar que necesitan tratamiento con un respirador artificial⍰, padecen infecciones, tienen problemas de coagulación sanguínea o enfermedades como el síndrome de dificultad respiratoria (SDR)⍰.
Muchos bebés con HIV no muestran síntomas, y a menudo se detecta durante ecografías⍰ rutinarias de la cabeza. En otros casos, el bebé podría tener síntomas como moverse menos, parecer más somnoliento, mostrar señales de dolor, moverse en patrones inusuales o tener convulsiones⍰, hinchazón en las partes blandas del cráneo y una respiración irregular. Tener síntomas suele significar que la hemorragia es más grave. Si se detecta una hemorragia intraventricular, los médicos realizarán exploraciones para valorar la evolución del sangrado y evaluar cualquier posible lesión a largo plazo.
No existe un tratamiento en particular para la HIV, pero el sangrado va desapareciendo a lo largo de varias semanas. El equipo neonatal dará los cuidados necesarios, hará un seguimiento del estado del bebé, y comprobará si se ha producido algún daño en el cerebro.
La leucomalacia periventricular (LPV) puede aparecer junto con una HIV o sin ella; de todas formas, la LPV grave es poco común hoy en día. Es una enfermedad en la que se daña la materia o sustancia blanca que rodea los ventrículos del cerebro. Esta sustancia blanca es crucial para transmitir impulsos entre las neuronas, la médula espinal⍰ y las distintas zonas del cerebro. La LPV puede dañar las vías nerviosas que controlan los movimientos, provocando músculos tensos, rígidos o débiles. Los bebés con PVL tienen más posibilidades de desarrollar parálisis cerebral (PC)⍰ y pueden pasar por dificultades de aprendizaje y otros problemas de desarrollo.
El seguimiento después de la UCIN para los bebés que han sufrido una HIV o una LPV suele consistir en acudir a centros de seguimiento del desarrollo neurológico para hacer revisiones periódicas e iniciar terapias que pueden favorecer su desarrollo. Estas medidas son cruciales para gestionar los posibles problemas y promover los mejores resultados posibles.
Sigue leyendo aquí sobre los seguimientos después de los cuidados en la UCIN.
A veces puede producirse un sangrado en el cerebro durante o poco después del parto en bebés nacidos a término. Suele tratarse de una hemorragia alrededor del cerebro, y no dentro del tejido cerebral en sí, lo que es una distinción importante. La hemorragia dentro del propio cerebro es menos común y suele producirse por anomalías en los vasos sanguíneos o por una obstrucción (coágulo) que corta el flujo sanguíneo a una parte del cerebro. Los tipos más comunes son las hemorragias subaracnoideas⍰ y hemorragias subdurales⍰, mientras que otros tipos, como la HIV, ocurren con menos frecuencia. A menudo se desconoce la causa exacta, pero puede deberse a las presiones naturales sobre la cabeza del bebé durante el parto vaginal. Entre los factores que pueden aumentar el riesgo están el parto de nalgas, es decir, que el bebé nazca primero de nalgas, el uso de fórceps⍰ o succión durante el parto y enfermedades como la hemofilia⍰ o un nivel bajo de plaquetas⍰.
La mayoría de los bebés nacidos a término con una hemorragia cerebral no tienen síntomas inmediatos. Si aparecen síntomas, suelen mostrarse al cabo de dos o tres días, y pueden ser:
Si se sospecha una hemorragia cerebral, el equipo médico de tu bebé puede recomendar el uso de técnicas de imagen como una ecografía⍰ o una resonancia magnética (RM)⍰. No dudes en pedir más información a tu equipo.
En muchos casos, la hemorragia se detiene sin tratamiento. Tu bebé puede necesitar cuidados en la unidad neonatal si no se encuentra bien y, rara vez, puede ser necesaria una operación para drenar la sangre. La mayoría de los bebés nacidos a término se recuperan bien de una hemorragia cerebral. Los efectos a largo plazo dependen de la gravedad y localización de la hemorragia. Algunos niños pueden desarrollar problemas de salud como parálisis cerebral (PC)⍰, dificultades de aprendizaje o epilepsia⍰.
La encefalopatía hipóxico-isquémica (EHI) ocurre cuando el cerebro de un bebé no recibe suficiente oxígeno o flujo sanguíneo en el parto, una complicación llamada asfixia perinatal, que es más común en los bebés nacidos a término que en los prematuros. Los efectos pueden presentarse en otros órganos como los pulmones, el hígado, el corazón, el intestino y los riñones. La EHI se clasifica en leve, moderada o grave. Los casos graves pueden causar discapacidad⍰ a largo plazo o incluso el fallecimiento. La EHI puede ser causada por una insuficiencia de flujo sanguíneo en la placenta⍰ o, rara vez, complicaciones durante el parto como el desprendimiento prematuro de placenta⍰.
Los bebés con EHI leve suelen recuperarse rápidamente con una vigilancia cercana. Puede usarse un tratamiento llamado hipotermia terapéutica, que consiste en enfriar la temperatura corporal del bebé durante 72 horas para reducir el riesgo de daños al cerebro. Recuerda que siempre puedes hablar con el equipo médico de tu bebé si quieres más información o si tienes alguna pregunta.