¿Qué puedes hacer para ayudar?

El tiempo que pasas con tu bebé en la unidad neonatal puede ser abrumador, sobre todos los desafíos que conlleva. El estrés del trabajo, las finanzas, el aislamiento y las preocupaciones por la salud de tu bebé puede amontonarse. Los profesionales sanitarios, incluidos médicos, enfermeras y trabajadores sociales⍰, están ahí para ayudarte a superar estos retos y a sentir que te estás involucrando en el cuidado de tu bebé. Muchas unidades neonatales tienen también grupos de padres, escuelas de pacientes y padres mentores⍰ donde puedes conocer a otras personas y encontrar apoyo.

 

Crear un vínculo emocional con tu bebé

 

A los padres a menudo les preocupa sentirse distanciados de su bebé. Tu presencia es increíblemente importante y te ayudará a formar un estrecho vínculo con tu bebé. El cuidado piel con piel es muy valioso. Tu olor, tu voz y tu tacto pueden tranquilizar a tu bebé y le ayudan a aliviar su estrés. También puedes cantar o hablar y leer a tu bebé mientras estás junto a la incubadora o durante el cuidado piel con piel. Oír tu voz le da consuelo y ayuda a tu bebé a reconocerte.

 

Estrategias de afrontamiento

 

Piensa en cómo has manejado otros momentos difíciles en tu vida. Hablar con otras personas, buscar consejo o escribir un diario sobre tus sentimientos puede ser de ayuda. A medida que pase el tiempo, la unidad neonatal te parecerá menos intimidante y participar en actividades como el contacto piel con piel, bañar o alimentar a tu bebé te ayudará a estrechar lazos.

 

Pedir ayuda

 

Recuerda que muchos padres se sienten de forma similar, y pedir ayuda, incluso hablar con un profesional de la salud mental, puede ser un gran paso.

 

Aunque los consejos de internet, la familia, los amigos, las guías de apoyo a los bebés prematuros o el grupo de padres de la unidad neonatal pueden ayudarte a veces a sobrellevar la situación, hay momentos en que los que tu salud mental puede necesitar ayuda profesional. Tu familia también puede ayudarte a acceder a servicios profesionales. Tener problemas con la salud mental no es una señal de debilidad ni un fracaso, y buscar ayuda es un paso muy importante tanto para tu bienestar como para la seguridad de tu bebé. Muchos padres pasan por dificultades con su salud mental después de tener un bebé, especialmente cuando han pasado por una estancia en la UCIN. Los profesionales de la salud entienden que es importante mantener unidas a las familias, y es muy raro que éstas se separen por problemas de salud mental.

 

Reconocer las señales para buscar ayuda inmediatamente

 

Es importante reconocer los síntomas que señalan que un padre o cuidador pueden ser incapaces de afrontar la situación y necesitan ayuda inmediata inmediato. Entre ellos están:

 

  • Sentir desesperación o ser incapaz de levantarte de la cama para cuidar a tu bebé
  • Pensar en autolesionarse o suicidarse
  • Sentirse abrumado por la ira hacia el bebé o tener pensamientos de hacerle daño o zarandearlo
  • Experimentar síntomas graves de ansiedad⍰, pánico o depresión que interfieren en la vida diaria
  • Antecedentes de enfermedad mental grave u hospitalizaciones previas que pueden necesitar un seguimiento más cercano.

 

Si notas alguno de estos síntomas en ti mismo o en alguien que conoces, es muy importante buscar ayuda inmediatamente. Aunque un padre o una madre no pueda reconocer estos sentimientos, sus parejas, familiares o amigos pueden desempeñar un papel importante alertando a los profesionales.

 

 

Proteger al bebé es clave

 

Aunque los problemas de salud mental no significan que no puedas ser un buen padre o madre, lo más importante es garantizar la seguridad del bebé. Si existen dudas sobre la capacidad del cuidador para afrontar la situación, los profesionales tomarán medidas para asegurarse que tanto el bebé como la familia reciban apoyo. En caso de duda, la prioridad es siempre la protección del bebé. Pide ayuda.

Si aún estás en la unidad neonatal, considera la posibilidad de hablar con alguien del equipo sanitario, por ejemplo, un/a de los/as enfermeros/as, que te ven a diario y comprenden las presiones a las que se enfrentan los padres. Pueden darte información sobre el asesoramiento o apoyo psicológico disponible en la unidad. Algunas unidades tienen profesionales de la salud mental en plantilla, como:

 

  • Psicólogos: Pueden ayudarte con terapia con el fin de permitirte procesar tu experiencia, y a aprender técnicas que te ayuden a afrontar tus dificultades.
  • Psicoterapeutas: Tienen una formación especializada en psicoterapia y te ayudan a gestionar sentimientos como la ansiedad, trabajando contigo para superarlos.
  • Psiquiatras: Son médicos especializados en salud mental que pueden recetar medicación para minimizar la ansiedad, la depresión o los cambios de humor, si es necesario.
  • Trabajadores sociales: Pueden proporcionar apoyo práctico y emocional, ayudarte a acceder a recursos o gestionar problemas familiares y económicos.
  • Padres mentores: Son madres y padres de bebés prematuros o enfermos que han recibido formación para apoyar a otros padres en situaciones parecidas a las que han pasado ellos mismos.
  • Servicios de salud mental perinatal: En distintos países existen servicios especializados en salud mental perinatal que el equipo médico de la unidad conoce, y al que te pueden derivar.

Si no dispones de ayuda en el hospital, puedes acudir a tu médico de cabecera⍰. Pueden hablar contigo sobre tus experiencias y sugerirte terapias, tratamientos o medicamentos que podrían ayudarte.

Cuando estés considerando buscar ayuda profesional, puede que te ponga nervioso lo que te pueda sugerir el profesional sanitario. No todas las enfermedades mentales necesitan medicarse: hay otras opciones, como la psicoeducación⍰ o la terapia, el asesoramiento o las técnicas de meditación. Si estás preocupado, considera la posibilidad de llevar a alguien contigo a la cita para que te apoye. Tu profesional sanitario trabajará contigo para encontrar el mejor enfoque, así que debes compartir cualquier preocupación que tengas.

A muchas madres que dan el pecho les preocupa que tomar medicamentos pueda impedirles amamantar a su bebé. Si te preocupa, habla con un profesional sanitario que puede ayudarte a encontrar las mejores opciones de tratamiento que se puedan combinar con la lactancia.