Algunos bebés prematuros o enfermos pueden necesitar oxígeno en casa para ayudarles a respirar. Se administra mediante un tanque o bombona que suministra oxígeno a través de un pequeño tubo colocado bajo la nariz de tu bebé. Aunque al principio te parezca abrumador, los profesionales sanitarios te lo explicarán todo con claridad y te darán el apoyo que necesites para que te sientas segura utilizando los dispositivos. No dudes en hacer preguntas si tienes cualquier duda pregunta.
Antes de volver a casa, lo normal es que te reunas con los profesionales sanitarios para hablar del tratamiento con oxígeno de tu bebé y resolver cualquier duda. En muchos casos, puede estar disponible la opción de que un profesional sanitario te visite a domicilio para ayudarte con cuestiones prácticas<s>,</s> como dónde guardar el oxígeno y cómo configurar los puntos eléctricos. Pregunta sobre esta posibilidad a tu equipo médico de la UCIN o al pediatra de tu centro de salud.
Antes de hacer un pedido de dispositivos de oxígeno para tu bebé, el/la enfermero/a neonatal⍰ o el profesional sanitario de tu centro de salud revisarán tu casa para asegurarse de que es adecuada para el uso de oxígeno. Cumplimentarán los permisos necesarios y resolverán cualquier problema<s>s</s> de seguridad, si lo hubiera. Una vez hecho esto, el equipo de cuidados de la UCIN<s> </s>solicitará un pedido detallando la cantidad de oxígeno necesaria. A continuación, el proveedor se pondrá en contacto contigo para programar la entrega y la instalación. En la mayoría de las regiones, el equipo de oxígeno lo suministran proveedores que también se encargan del mantenimiento y la asistencia en caso de emergencia. El proveedor te explicará el funcionamiento, te facilitará folletos de información y números de contacto de emergencia.
Los profesionales sanitarios te aconsejarán sobre el nivel de oxígeno adecuado para tu bebé. No cambies el flujo de oxígeno sin consultar antes al equipo médico. Vigilar el nivel de oxígeno cada pocos días o semanas suele servir para guiar los ajustes. El nivel de oxígeno puede variar con el tiempo a medida que cambien las necesidades de tu bebé. Sin embargo, esto siempre debe ser evaluado por un profesional sanitario.
El equipo de cuidados de la UCIN te facilitará los datos de contacto en caso de una urgencia. Si sospechas que tu bebé no recibe suficiente oxígeno, tiene dificultades para respirar o parece estar muy enfermo, llama inmediatamente al teléfono de urgencias. Tu proveedor de oxígeno también te facilitará un número de contacto de emergencias 24 horas.
Moverse con oxígeno puede ser un desafío. El método más seguro es mover primero al bebé y después al dispositivo. Puedes solicitar tubos más largos para hacer más fáciles los desplazamientos. Tu bebé puede ser vigilado sin oxígeno durante un breve periodo antes del alta, para asegurarse de que puede soportar una breve interrupción.
El oxígeno portátil está disponible para cuando quieras llevar a tu bebé fuera de casa mientras recibe tratamiento con oxígeno. Estas bombonas vienen con una bolsa de transporte para facilitar su uso. Antes de salir de casa, comprueba el flujo y el volumen de oxígeno que queda para asegurarte de que no falte. Algunas empresas de transporte pueden prohibir el oxígeno a bordo, así que comprueba sus reglas de antemano.
Consejos de seguridad y uso del oxígeno a domicilio