Cada bebé tiene sus propias necesidades de nutrición y al volver a casa pueden surgirte dudas sobre la mejor forma de cumplirlas.
La lactancia materna ofrece muchos beneficios tanto para ti como para tu bebé, incluido el importante contacto piel con piel que os ayuda a crear una conexión emocional. Sin embargo, algunos bebés, especialmente los nacidos prematuros o enfermos, pueden no estar listos o no ser capaces de mamar durante el tiempo suficiente para obtener lo que necesitan. Es bastante normal que los padres, incluso los que tienen experiencia, necesiten tiempo para sentir seguridad en la lactancia, sobre todo cuando su bebé es prematuro o está enfermo.
Es posible que escuches comparaciones poco útiles de otras personas, pero lo que importa es el progreso individual de tu bebé. Contar con apoyo puede ser de gran ayuda, y siempre puedes pedir consejo a tu equipo médico en el hospital antes del alta. Si tu bebé es muy prematuro, intenta ponerte en contacto con otros padres que tengan experiencia con bebés prematuros.
Antes de empezar a dar el pecho en casa, recibirás apoyo del personal de la unidad neonatal, o puedes ponerte en contacto con una organización local de apoyo a la lactancia materna. Pueden ayudarte a encontrar un sacaleches que funcione para ti, y enseñarte a extraer la leche a mano.
Alimentar a un bebé prematuro puede suponer desafíos únicos, pero hay varias opciones para asegurarte de que tu bebé recibe la nutrición que necesita para crecer y prosperar. Tanto si le das el pecho por completo como si le alimentas con biberón, leche artificial⍰ o combinas la leche materna con fortificantes⍰, tu equipo sanitario estará ahí para apoyarte y responder a cualquier pregunta que puedas tener.
Cuando tu bebé esté listo para irse a casa, su médico o dietista⍰ te dirá si todavía necesitas utilizar fortificantes después de salir del hospital.
A los bebés prematuros a menudo les beneficia la leche materna extraída con fortificantes añadidos, porque a veces sus pequeños cuerpos necesitan una nutrición más concentrada que la que puede proporcionarles la leche materna o la leche artificial normales por sí solas. Estos fortificantes vienen en forma de polvo, hechos de leche humana donada o leche de vaca procesada con nutrientes añadidos.
La leche materna es la mejor opción para tu bebé, pero a veces no es posible por diversas razones. En estos casos, alimentar a tu bebé con leche de fórmula podrá cumplir sus necesidades nutricionales específicas. Para algunos bebés prematuros se aconseja una fórmula con más hierro, grasa, proteínas, calcio y otras vitaminas y minerales importantes para ayudarles a crecer adecuadamente. Pueden necesitarse fórmulas más especializadas en determinadas situaciones, como si tu bebé ha pasado por una operación. Tu equipo sanitario te recomendará la mejor fórmula para tu bebé y puede ayudarte a asegurarte de que sigues teniendo acceso a ella después del alta, ya que pueden necesitar receta.
Algunos padres optan por la alimentación combinada, que consiste en ofrecer tanto leche materna como de fórmula. Este enfoque puede darle a tu bebé los beneficios de la leche materna al tiempo que consigue la nutrición adicional que necesita de la leche de fórmula. Tu equipo sanitario puede ayudarte a encontrar la mejor forma de alimentar a tu bebé.
Si optas por la alimentación con biberón, el equipo sanitario de tu bebé te guiará cuando esté preparado para probarlo por primera vez. Al igual que la lactancia materna, los bebés prematuros necesitan tiempo para crecer, madurar y aprender a succionar, tragar y respirar al mismo tiempo. Ten en cuenta que los bebés prematuros pueden estar cansados o somnolientos durante las tomas y necesitar más tiempo y paciencia. Con el tiempo será más fácil tanto para ti como para tu bebé.
Lee más sobre la alimentación con biberón.
Para informarte sobre otros métodos de alimentación, pregunta a tu matrona⍰ o a una asesora de lactancia⍰.
El proceso de introducir a un bebé en los alimentos sólidos se conoce como alimentación complementaria. Si tu bebé nació a término pero enfermo, también puede resultarte útil la información de esta sección. Consulta siempre a tu profesional sanitario para obtener consejos personalizado, ya que los cuidados de tu bebé dependerán de sus problemas de salud y de su estado de salud actual.
Entender el proceso de destete de tu bebé
En este contexto, el destete consiste en introducir gradualmente alimentos sólidos en la dieta del bebé mientras continúa tomando leche. No significa dejar de darle leche de repente, sino añadir alimentos sólidos junto con la leche a medida que el bebé crece.
Todos los bebés pasan por el destete a su propio ritmo. Puede haber grandes diferencias entre cómo se desarrollan los bebés prematuros y los nacidos a término, e incluso entre los bebés prematuros nacidos a la misma edad gestacional. Por tanto, intenta no comparar a tu bebé con otros. Si tienes gemelos o más, es natural comparar sus progresos, pero cada bebé desarrollará sus habilidades a su propio ritmo, y esto puede cambiar con el tiempo.
A los padres puede preocuparles cómo afrontará su bebé el destete tras un comienzo difícil en la vida, y especialmente en el caso de un bebé prematuro puede no ser tan sencillo saber cuándo empezar el destete. Esto se debe a que los bebés prematuros pueden desarrollarse más lentamente que los nacidos a término, por ejemplo, aprendiendo a sentarse más tarde. Las recomendaciones siguientes te ayudarán a saber cuándo puede estar preparado tu bebé para empezar el destete, teniendo en cuenta su desarrollo.
Consejos para un destete con éxito
Todos los bebés llegan a un punto en el que están listos para probar alimentos sólidos junto con la leche. Tu bebé aprenderá poco a poco a coger y explorar la comida que se le da, tocándola, probándola y oliéndola. A medida que pase el tiempo, notarás que tu bebé necesitará menos ayuda para sentarse y empezará a llevarse la comida y los juguetes a la boca por sí solo. Empujará la comida con la lengua con menos frecuencia y aprenderá a morder y masticar. Con la práctica, también aprenderá a beber de una taza, un vaso o con una pajita.
Tu bebé aprenderá a comer viéndote comer. Las comidas son una buena oportunidad de aprendizaje, al ser un momento divertido y social. Comer juntos en familia os ayuda tanto a ti como a tu bebé a aprender sobre el destete. Sigue el ritmo de tu bebé y no te preocupes si el progreso parece lento. Siéntate con tu bebé durante las comidas, anímale a tocar y explorar la comida, y deja de ofrecérsela si muestra una falta de hambre o si no muestra interés. Forzar a tu bebé a comer puede causarle angustia y rechazo de la comida.
Puede que estés pensando en añadir sólidos al biberón de tu bebé o en darle purés de bolsa para facilitar la transición. Sin embargo, esto no es recomendable y no les ayuda a aprender habilidades esenciales para alimentarse. Si te preocupa el progreso del destete de tu bebé, coméntalo con tu profesional sanitario.
Señales de que tu bebé está preparado para el destete
Busca estas señales que indican que tu bebé está preparado para empezar el destete:
Es importante no confundir otros comportamientos con la preparación para el destete. El aumento del consumo de leche puede indicar un estirón más que una necesidad de sólidos. Despertarse más por la noche también puede deberse a cambios en el crecimiento o el desarrollo. No hay un peso específico que tu bebé deba alcanzar para empezar el destete, y que tenga dientes no significa necesariamente que esté listo para la comida sólida.
Pincha aquí para más información sobre “la edad corregida” y “edad cronológica”.
Calendario recomendado para el destete de los bebés prematuros
Empieza el destete cuando tu bebé muestre señales de querer alimentarse, normalmente hacia los seis meses de edad corregida, pero evita empezar antes de los cinco meses de edad corregida. Intenta introducir alimentos triturados o de textura suave hacia los siete meses de edad corregida. Si tu bebé no muestra señales de estar preparado para los alimentos sólidos a los siete meses de edad corregida, ten paciencia y pide una segunda opinión a un profesional sanitario.
¿Qué alimentos se deben elegir para el destete?
No hay ningún primer alimento para el destete que sea mejor para los bebés prematuros en particular.
Si estás considerando una dieta vegetariana o vegana para tu bebé, pide consejo a tu profesional sanitario. Evita los alimentos salados o azucarados, y no añadas sal, azúcar ni miel a las comidas de tu bebé. Ten en cuenta que esto también significa evitar añadir sal al agua de cocción.
Algunos primeros alimentos que puedes considerar son:
A medida que tu bebé progrese con el destete, prueba estos alimentos para comer con los dedos:
Nunca dejes a tu bebé desatendido mientras come.
Algunos bebés prematuros pueden parecer tener problemas digestivos⍰, hacer muecas o ser ruidosos durante las comidas. Mientras sus cacas sean blandas, no suele haber por qué preocuparse. Si te preocupa el estreñimiento, las heces blandas o cualquier otro problema intestinal durante el destete, habla con tu profesional sanitario.
La leche de vaca como bebida no se recomienda a los bebés menores de un año, pero puedes utilizarla en la cocina y en alimentos a base de leche de vaca, como el queso y el yogur. En el caso de los bebés prematuros, si siguen una dieta variada, puedes empezar a utilizar la leche de vaca como bebida cuando alcancen la edad corregida de un año. Sin embargo, si aún no comen alimentos sólidos variados, es mejor seguir utilizando leche de fórmula⍰ en lugar de leche de vaca para asegurarse de que obtienen las vitaminas y minerales suficientes. Además, es importante que empieces a darle de beber en un vaso y dejes de utilizar biberones a los 12-18 meses de edad corregida para los bebés prematuros.
Algunos bebés prematuros pueden pasar por la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) hasta los 5 años, o incluso más tarde en algunos casos. En un bebé con ERGE, la leche o los alimentos vuelven a subir desde el estómago al esófago. Puede causar bastantes molestias, que se traducen en llanto intenso, irritabilidad, problemas para dormir, regurgitaciones frecuentes e incluso retraso del crecimiento. Esto puede afectar al bienestar del bebé y también puede ser muy estresante para los padres. A menudo, lo mejor es probar cambios en la dieta, como dar tomas más pequeñas y frecuentes. Normalmente, los síntomas mejoran lentamente con el tiempo. Si los síntomas continúan o sigue habiendo problemas de crecimiento, se recomienda acudir a un especialista.
Los bebés prematuros no tienen un riesgo mayor de padecer alergias alimentarias que los bebés nacidos a término. Sin embargo, si los padres tienen antecedentes de alergias, su bebé puede tener un riesgo mayor. Evita retirar alimentos de la dieta de tu bebé sin consejo médico previo, ya que podría perder nutrientes importantes. Si observas indicios de que tu bebé puede tener una alergia alimentaria, puedes pedir a tu médico de familia o pediatra⍰ que te derive a un dietista⍰ o especialista en alergias.
Algunos de los síntomas de una alergia alimentaria son:
Rara vez, un alimento puede provocar una reacción alérgica grave que puede ser mortal. Si ocurre esto, llama al teléfono de urgencias y busca asistencia médica inmediatamente.
Los problemas de alimentación en los bebés son habituales en muchas familias y, en los casos graves, se les llaman trastornos alimenticios pediátricos. Los síntomas de un trastorno de la alimentación pueden ser: dificultad para masticar o tragar (como atragantarse, tener arcadas o rechazar la comida), poco aumento de peso, dependencia de suplementos o sondas de alimentación, picoteo extremo, rabietas a la hora de comer y el rechazo a usar utensilios adecuados para su edad. A medida que crecen, los niños pueden evitar situaciones sociales en las que se sirva comida, lo que puede afectar a su vida social y a sus relaciones personales. Los trastornos de la alimentación ocurren con mayor frecuencia en niños con problemas de desarrollo o médicos, como autismo⍰ o parálisis cerebral⍰, y pueden resultar en mucho estrés para las familias, sobre todo durante las comidas. Si observas dificultades relacionadas con la comida, busca pronto el apoyo de tu equipo médico y la derivación a un logopeda⍰ especializado en alimentación infantil.