Perder varios bebés, como gemelos o trillizos, es devastador de una forma con la que no muchos pueden identificarse. A veces fallecen al mismo tiempo, por distintos motivos, o tras semanas esperando a que uno sobreviva.
Si tus bebés pierden la vida, siempre se te debe permitir<s>te</s> tomarte tu tiempo para verlos y cogerlos en brazos. No debes sentirte con presión o prisa para despedirte. Puedes intentar coger en brazos a tus bebés junto con tu pareja o acompañante e invitar a familiares y amigos, incluidos los hermanos mayores, a hacer lo mismo. Aunque este momento sea doloroso, lo recordarás para siempre.
Para encontrar más recursos y testimonios de otros padres sobre el duelo por la pérdida en un embarazo múltiple, visita el sitio web de The Butterfly Project, disponible en inglés.
Para los padres, puede ser útil hablar con familiares y amigos de confianza para que escuchen su experiencia y se muestren comprensivos. Unirse a grupos de apoyo por la pérdida de un bebé puede ser beneficioso, ya que entablar relación con alguien que haya experimentado una pérdida similar puede proporcionar un gran apoyo.
Realmente no hay palabras para describir el vacío que supone volver a casa sin tu bebé o bebés. Tras el choque inicial, puede surgir un profundo sentimiento de pérdida, aunque la gente se espere que vuelvas a la "normalidad" poco después. Esto puede ser especialmente duro cuando llega el momento de volver al trabajo. Aunque el trabajo puede distraerte temporalmente, también puede añadir estrés y no dejarte afrontar el duelo. Las parejas y los abuelos a menudo también tienen dificultades, y pueden evitar hablar del bebé o los bebés u ocultar sus emociones, pensando que eso les ayudará. A los hermanos puede resultarles duro ver a sus padres abrumados o llorando, y puede que no comprendan del todo la situación, por lo que también necesitan apoyo.
Cada persona afronta el duelo a su manera. Si te parece que tu pareja o tus familiares no comparten el mismo dolor, intenta hablar abiertamente con ellos. Comparte tus sentimientos y escucha los suyos, comprendiendo que el duelo de cada persona puede ser diferente. A veces, puede parecer que una persona lo ha procesado más rápidamente, pero el duelo es como una huella dactilar, es único y no puede compararse. Sin embargo, si tú o tu pareja experimentáis un duelo intenso y persistente que afecta a la vida cotidiana un año después de vuestra pérdida, podría ser una señal de trastorno por duelo prolongado. En este caso, buscar el apoyo de un profesional de la salud mental puede ser muy útil.