Mantener una buena higiene es muy importante, sobre todo para tu bebé internado en la UCIN. Los profesionales sanitarios encargados de cuidar de tu bebé supervisarán su higiene y te animarán y ayudarán a que participes y hagas todo lo que puedas. Es importante que te dejes guiar por el comportamiento de tu bebé durante su higiene. Si tu bebé muestra signos de malestar, tómate un respiro antes de continuar. Los/las enfermeros/as están ahí para apoyarte.
Elegir la forma correcta de asear al bebé
La piel del bebé es muy sensible, y lavarla o bañarla con frecuencia puede dañarla. También puede causarle estrés.
Es importante elegir un método de aseo suave. Las opciones incluyen asear sólo ciertas partes del cuerpo, el baño con esponja o el baño de inmersión. El aseo no debe seguir un horario estricto, sino basarse en las necesidades y señales del bebé.
Las señales del bebé deben guiar cómo y cuándo asearles.
Normalmente, a los bebés prematuros y enfermos no se les asea ni baña en las primeras semanas para evitarles estrés. Al principio se aseará a tu bebé en su cama. Puedes empezar haciéndolo junto con una enfermera, utilizando agua templada para limpiar cuidadosamente todos los pliegues de la piel del cuello, detrás de las orejas, debajo de los brazos y entre las piernas. También te enseñarán a limpiar la boca y el ombligo de tu bebé. Poco a poco, podrás encargarte de esta tarea sin ayuda.
El primer baño del bebé
El primer baño suele ser un momento especial para los padres, ya que suele ocurrir cuando el bebé está más estable y es capaz de soportar más estímulos. El equipo de cuidados de la UCIN puede hacer una demostración del baño utilizando un muñeco. Aprovecha esta oportunidad para hacer preguntas y comentar cualquier duda que tengas con tu enfermero/a neonatal, que estará allí para asegurarse de todo salga bien.
El baño puede ser una buena oportunidad para estar cerca y familiarizarte con tu pequeño y conocer mejor lo que le gusta y lo que no. Si quieres grabar un vídeo del baño, planéalo con antelación. El baño puede ser agotador para los bebés, y algunos prefieren ser envueltos una toalla durante su primer baño. Asegúrate de que los pies de tu bebé siempre puedan tocar el interior de la bañera, lo que les hace sentirse más cómodos y tener más confianza al estirarse.