Un embarazo dura de media unas 40 semanas, normalmente entre 38 y 42 semanas. Si un bebé nace antes de las 37 semanas, se dice que su nacimiento es prematuro. También se puede usar la palabra “pretérmino” para referirse a un bebé nacido demasiado pronto, y la palabra “prematuro” para referirse la fase de desarrollo del bebé, algo que los médicos deben establecer para evaluar su estado de salud.
Cada año, unos 15 millones de bebés en todo el mundo, o 1 de cada 10, nacen prematuros. Esto puede ocurrir por distintas razones, como factores sanitarios, relacionados con el embarazo, sociales, personales, económicos o de comportamiento. La mayoría de los partos prematuros empiezan por sí solos, pero a veces hay que adelantar el parto con ayuda médica, o se tiene que hacer una cesárea más temprana, ya sea por una urgencia médica o por motivos de otro tipo.
El parto prematuro se divide en varias categorías dependiendo de cuánto ha avanzado el embarazo, es decir, la edad gestacional.
Los bebés prematuros suelen necesitar cuidados especiales porque son demasiado pequeños y no han terminado de desarrollarse. Incluso con atención médica, es posible que sigan existiendo grandes riesgos para su salud.
Es importante que los futuros padres, especialmente los que tengan un mayor riesgo de parto prematuro, reconozcan los síntomas a tiempo y prevengan complicaciones durante el embarazo que puedan llevar a un trabajo de parto o nacimiento prematuro. También es importante acudir a las citas de atención prenatal y consultar con tu médico sobre posibles riesgos. Los padres con embarazos de alto riesgo deben saber cómo prepararse de la mejor forma para las posibles complicaciones y otras dificultades asociadas con el parto prematuro.
En nuestra página encontrarás más información detallada sobre cómo prepararte para un posible ingreso en la UCIN. Para obtener información y apoyo cerca de ti, visita la página web de tu asociación de padres a nivel local.