Estabilización y reanimación

Los bebés prematuros o enfermos tienen un riesgo mayor de tener problemas de salud en los que pueden bajar sus niveles de oxígeno en comparación con los bebés sanos nacidos a término. Por ello, a menudo es necesaria la oxigenoterapia⍰. 

 

El tratamiento inmediato tras el parto puede salvar la vida de un bebé que haya sufrido una falta de oxígeno suficientemente grande o prolongada en el parto. Esto se conoce como asfixia⍰ del parto, y puede causar lesiones en el cerebro.

 

Si tu bebé tiene problemas para respirar al nacer, la reanimación neonatal es vital. A pesar de lo angustioso que pueda parecer todo esto, es bueno recordar que los avances en el campo de la reanimación en las últimas décadas han hecho bajar mucho el número de muertes neonatales.

 

Otras complicaciones que pueden necesitar asistencia para respirar o oxigenoterapia son la dificultad para respirar al nacer, enfermedades de pulmón como el síndrome de dificultad respiratoria (SDR) y problemas respiratorios temporales.

 

Los recién nacidos prematuros y enfermos con infecciones, convulsiones⍰ o niveles bajos de azúcar en sangre⍰ también pueden tener problemas respiratorios, conocidos como apnea⍰, que pueden causar niveles bajos de oxígeno y un número bajo de latidos por minuto, lo que hace difícil que el oxígeno llegue al cuerpo.