Guardería e infantil

Corregir la edad y prepararse para la educación infantil

 

Normalmente se usa la edad corregida para seguir el desarrollo de un bebé prematuro hasta que tiene unos dos años. A partir de ese momento, se espera que la mayoría de los bebés prematuros hayan alcanzado a que sus compañeros nacidos a término, sobre todo en lo que se refiere a su crecimiento y desarrollo físico. Después de los dos años, suele utilizarse la edad cronológica (la edad desde el nacimiento) para medir los hitos del desarrollo. Sin embargo, algunos expertos piensan que el límite de dos años es demasiado temprano, ya que no todos los niños prematuros se desarrollan al mismo ritmo y a menudo siguen necesitando tiempo para madurar en cuanto a su aprendizaje, habla y desarrollo social. Los efectos de nacer antes de tiempo pueden ser muy distintos según la prematuridad del bebé y los problemas de salud que pueda tener.

 

Los profesionales sanitarios pueden ofrecer orientación y ayudar a los padres a averiguar si su hijo o hija está preparado/a para la guardería, sobre todo en el caso de los que se enfrentan a dificultades por haber nacido prematuros o con problemas de salud. A menudo, los padres saben mejor que nadie si su hijo está preparado para la guardería. Los padres también pueden obtener una valoración de un terapeuta ocupacional⍰ o del desarrollo especializado en niños que se preparan para la guardería e infantil.

 

A algunos niños les podría convenir más empezar su educación preescolar un año más tarde de lo que suele ser normal, sobre todo si han nacido a finales del año escolar, pedro podrían comenzar al año siguiente sin inconveniente. A la hora de decidir si un niño está listo para infantil, es importante fijarse en sus habilidades motrices, comunicativas, sociales, físicas y emocionales. En general, el niño necesita poder separarse de sus padres o cuidadores y contar con apoyo para relacionarse con otros niños. Para algunos niños, esta puede ser una transición fácil, mientras para otros puede ser un desafío mayor. A los niños más pequeños o a los que no están tan desarrollados puede resultarles difícil seguir el ritmo de los juegos y otras actividades que requieren coordinación. En algunos países, existen centros especiales de educación preescolar, como grupos más pequeños de infantil y profesores más especializados que ayudan a los niños con retrasos en el desarrollo o discapacidades. Además, a menudo hay material disponible para ayudar a estos niños.

 

Se recomienda siempre a los padres que acudan a todas las citas de seguimiento con el médico de familia, el pediatra⍰, los terapeutas y los especialistas de su hijo, aunque piensen que no tiene más necesidades. Estas citas pueden ayudar a los médicos a identificar las fortalezas y los progresos del niño, así como a detectar cualquier problema o retraso en su desarrollo y a hablar de cómo prepararse para empezar a ir al colegio. Para los niños que hayan nacido prematuramente hay en muchos países revisiones trimestrales, y se recomienda un reconocimiento más extenso y completo a los dos años. Los nacidos antes de las 28 semanas pueden necesitar además otra evaluación a los cuatro años e incluso más tarde, en la etapa escolar, que puede identificar si un niño necesita otros tipos de apoyo o se enfrentan a desafíos que no eran evidentes antes.

 

Retrasar la admisión de tu hijo o hija para el curso escolar

 

Los niños nacidos prematuros pueden tener necesidades educativas especiales que afecten a su desarrollo. Por ejemplo, pueden tener retrasos en los hitos del desarrollo como sentarse, andar, hablar y aprender a ir al baño, así como tardar más en procesar la información o terminar las tareas. Algunos niños pueden tener dificultades para concentrarse en las tareas, ya que los bebés prematuros tienen más probabilidades de desarrollar el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). También se dan los problemas de coordinación mano-ojo, que afectan a actividades como escribir a mano o vestirse. Sus habilidades sociales pueden verse afectadas. Los problemas para procesar diferentes imágenes, sonidos o sentimientos (también denominados dificultades de procesamiento sensorial) pueden dificultarles participar en actividades, jugar o explorar. A veces les puede resultar difícil hacer amigos o comunicarse. Los bebés prematuros presentan un riesgo levemente mayor de tener autismo. También puede tener problemas emocionales, como timidez o ansiedad.

 

Algunos padres de niños nacidos prematuros o con problemas de salud piden que se retrase la matriculación en el colegio para darles más tiempo para crecer y prepararse para la educación a tiempo completo. Es importante aprovechar al máximo el año adicional de educación infantil y centrarse en el apoyo intensivo a las necesidades de tu hijo o hija. Este tiempo añadido debe ser más que un año de juego: es una oportunidad para desarrollar habilidades importantes y ayudarles a sentirse listos para los siguientes pasos de su enseñanza. Cada niño es diferente y, como padre, tú eres quien mejor lo conoce. Algunos padres creen que su hijo o hija está preparado/a para empezar la educación primaria con sus compañeros de año según su edad cronológica, mientras que otros piensan que sería mejor empezar un poco más tarde, siguiendo su edad corregida. Esto último es especialmente importante si su edad cronológica le hiciera empezar en un curso mayor con respecto a su edad corregida.

 

Los estudios  sugieren que empezar el colegio más tarde puede no beneficiar el rendimiento académico tanto como dice la teoría, y en algunos casos, incluso puede llevar a un rendimiento menor. Los resultados apuntan a que otros factores, como el apoyo en casa y la preparación escolar, pueden afectar más al éxito educativo. Otro estudio descubrió que muchos profesores sabían más bien poco sobre los desafíos a los que se enfrentan los niños nacidos prematuros y a menudo desconocían sus necesidades específicas. El estudio sugiere que una mayor concienciación por parte de los profesores y considerar adaptaciones curriculares podrían ayudar a estos niños a dar lo mejor de sí mismos en el colegio.

 

Confía en tus instintos, habla con expertos cerca de ti y con los colegios que estés considerando. Es importante que te tengas una buena comunicación con los colegios desde el principio, para elegir el mejor entorno para tu hijo o hija y entender lo que puede ofrecerte cada centro escolar. Lo ideal sería que tu hijo o hija pudiera tener acceso al colegio durante el año que se retrase su matriculación en la escuela, en lugar de simplemente saltarse un año. El colegio adecuado puede ser un lugar estupendo para recibir el apoyo especializado que necesite desde el principio.